martes, 29 de mayo de 2012

UNA AUTOBIOGRAFÍA LECTORA

Elabore su autobiografía lectora. Algunas preguntas que pueden ayudarlo:

¿Cuál es el primer texto que recuerda haber leído en su vida?
De todo lo que ha leído, ¿recuerda algún texto que haya tenido algún impacto importante en su vida? Puede ser un cuento, un poema, una novela, un texto informativo, una noticia, una carta personal o algún otro texto. Trate de explicar por qué fue importante el texto.
¿Qué está leyendo actualmente?
¿Cómo es su relación actual con la lectura y la escritura?

Comparta su autobiografía en este espacio.
Lea alguna autobiografía de su compañero y haga un comentario.

24 comentarios:

  1. SESIÓN 3
    Los maestros y la lectura: una experiencia personal
    Actividad 1. Una autobiografía lectora.
    Linda se caracterizaba por ser una niña introvertida en el primer año de la escuela primaria. Siempre estaba sentada, callada y copiando del pizarrón todo lo que la maestra escribía, pero ella nunca se movía de su pupitre para entregar tareas a la docente, que como siempre se encontraba sentada detrás del escritorio y se veía tan imponerte que Linda temblaba con el solo hecho pensar en ponerse de pie para entregar las tareas.
    Los meses de clase pasaban y ella no lograba vencer el miedo, hasta que una mañana que su mamá la fue a dejar al colegio, la maestra la abordó y le dijo: señora, ya estamos en febrero y su hija aun no aprende a leer, de seguir así es muy probable que repita el año. Mi madre escuchó a la profesora, le agradeció su comentario y se fue. Por la tarde cuando fue a buscarme a la escuela me dijo: hija me ha comentado la maestra que aun no lees y que no le entregas trabajos ¿Qué está pasando contigo? Tenemos que echarle ganas a la lectura desde hoy. Linda movió su cabeza en señal de afirmación.
    Después de comer su mamá la puso a leer unas lectura dl libro de texto “cinco pollitos” se titulaba; y cuál fue la sorpresa d su madre cuando la niña empezó a leer sin problema alguno. Su mamá dijo: entonces sabes leer y porque no le lees a la maestra, Linda confesó que le tenía miedo.
    Más tarde cuando el padre de la niña llegó a casa, la señora le dijo que su hija le tenía el mejor regalo de cumpleaños y mientras él comía, Linda le leía a su padre la rima “cinco pollitos”, esa fue su primera lectura.
    Los años de la primaria cambiaron muy poco con respecto a la lectura, la niña leía aquello que indicaban los docentes además de tiras cómicas que siempre existían en su casa. Pero cuando ingreso a la escuela secundaria, las cosas iban a cambiar. Para entonces su hermano mayor ya empezaba a leer otro tipo de lecturas y entonces le prestaba los libros a Linda con la condición de que una vez leídos los comentaran entre ambos. Su hermano esperaba sólo unos días y empezaba a preguntarle sobre el libro leído; de esta manera Linda leyó varios títulos como: “metamorfosis” de Kafka , Las venas abiertas de América Latina” de Méndez Arceo, “Tus Zonas erróneas” de Wayde W Dier, “Los de abajo” de Mariano Azuela, “Los miserables” de Victor Hugo, “La madre” de Trosky, entre otros.
    Desde entonces han pasado por la vida de esta mujer infinidad de libros difíciles de recordar, sin embargo existen algunos que han dejado huella en mi vida, tal es el caso de “Pedro y el capitán” obra que muestra la cruda realidad de dos hombres torturados y que llego a la vida de Linda justo en un momento de lucha social; o bien el libro de maestro, que fuera obsequiado por un entrañable amigo como un homenaje a su labor como docente. Después de haberlo leído lo ha regalado tres veces más a otras personas para que reflexionen sobre su labor, también el libro “Don Durito” de Sebastián Nicolás Guillen Vicente Sub comandante Marcos que narra sus experiencias en la selva lacandona, su supuesta muerte y los eventos trágicos que con tanta facilidad narra de la gente que vive y sufre en la sierra. Leer este libro hizo que linda amara aun más a este pueblo.
    Actualmente está leyendo varios títulos, entre ellos este diplomado de habilidades lectoras, los textos de diplomado de la Rieb para docentes de 3° y 4°, el diplomado de Introducción a la educación artística III, la reforma a las escuelas normales, las estrategias para el proceso de titulación de la maestría donde es asesora y la antología de textos “Leamos mejor cada día” que se entregó a las escuelas primarias.
    Como puede observarse su relación con la lectura es estrecha y rica parte fundamental de su vida.
    Por último me gustaría decir que un hombre puede viajar toda su vida y no terminara de conocer el mundo, sin embargo un hombre que lee, conocerá el mundo a través de la lectura y tendrá tiempo de viajar para conocerlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. interesante pero quién eres?, no registraste tu nombre

      Eliminar
    2. Hola Elia
      Soy la maestra Kempis del Cram Coatzacoalcos

      Eliminar
    3. Maestra kempis: su autobiografía es interesante y sé que los datos aportados por usted serán coincidentes con otros de sus compañeros. Resulta difícil escribir una autobiografía, en tanto el autor es el protagosnista de esa historia narrada, motivo por el cual puede hacer referencias a hechos que tal vez no ocurrieron. Este es un problema que los historiadores más afamados reconocen.

      Pero como ésta es una tarea escolar quiero mencionar la importancia de recordar experiencias y problemas de lecturas que hemos vivido en la educación básica. Sé que en un análisis más completo usted deberá mencionar algo fundamental: ¿con qué metodo le enseñaron a leer? "Dime qué metodo te enseñaron y te diré cómo lees" me atevo a afirmar. Más adelante hablaremos de leedores y lectores y, ¿por qué no? de escritores y escribanos.

      En el caso del personaje Linda, llama la atención la paciencia y disposición de su madre para ayudarla, en contraposición a la actitud de su maestra. Eso debe tenerlo muy presente cuando deba proponer estrategias o didácticas para enfrentar los problemas de lectura en su nivel.

      A veces por la emoción al ecribir cometemos fallas que,en un diálogo como el presente,pueden ser superadas. Me refiero a dos precisiones: 1) "Las venas abiertas de América Latina" es un clásico de las ciencias sociales, cuyo autor es Eduardo Galeano, no Méndez Arceo, quien fue un religioso cercano a la Teología de la liberación en los años setenta. 2) "La madre" no es de Trosky, sino de Máximo Gorki, ruso también.

      Finalmente le expreso que si un libro la marca, le impacta y le provoca experiencias nuevas no olvida su título. Un saludo.

      Eliminar
    4. "Las Venas abiertas de América Latina" no es de Méndez Arceo sino de Eduardo Galeano, escritor uruguayo.

      Eliminar
  2. Cómo me hice lector.
    No recuerdo con precisión cuándo aprendí a leer, pero sí recuerdo que el libro “el bazar” fue de los primeros grandes libros que leí, grande por el número de hojas que tenía porque en realidad era pequeño en tamaño, viejo y amarillento, tenía la pasta rota. No sé cómo llegó a mis manos pero me ayudó a descubrir lo que durante mucho tiempo fue mi refugio, mi evasión y mi placer, la lectura por gusto y no porque alguien me lo pidiera.
    En casa por decisión de mi Madre no se compraban revistas ni periódicos, se leían los libros de la escuela. No, ahora que lo pienso, también libros de poesías y cuadernos que decían como elaborar tejidos y bordados. Mi Padre era otra cosa…creo que él llevó el libro del bazar… no sé de dónde lo sacó. Vivíamos en un pueblo pequeño y no teníamos muchos recursos para darnos muchos lujos. Pero mi Padre se las arreglaba para tener su librito de vaqueros… eran libritos que se leían muy rápido y que transportaban a ranchos y aventuras en los que el protagonista siempre se quedaba con la chica y el agradecimiento de los vecinos. Yo los leía a escondidas, en la noche cuando mamá dormía y papá trabajaba. Después me fui a vivir con mi tío, y ¡él también leía el librito vaquero! Pero pronto descubrí que el compraba uno que no era de vaqueros sino de una espía que se disfrazaba y vivía en peligro constante, esos me gustaron mas y me molestaba tener que esconderme, porque lo importante era que había que hacer la tarea y después estudiar en la enciclopedia que se me había destinado para estudiar, tenía que leer sobre los problemas de México y descubrir cuáles eran las empresas transnacionales, o cuántos habitantes tenía cada estado de la república etc, etc. Yo quería libros de aventuras.
    Y luego, en la escuela me pidieron leer algunos libros ¡y me los compraron! Ya no tenía que esconderme, tenía permiso para leerlos. Me impactó la Odisea y las mil y una aventuras de los Dioses, también leí las mil y una noches, el Quijote, algo de Shakespeare y todo lo que la Maestra de español nos dijo que leyéramos.
    Hay un largo trecho entre estas lecturas y los momentos que siguen, terminé la escuela, empecé a trabajar, me casé y tuve a mi primera hija, entonces inicié otro tipo de lecturas, unas para aprender a ser mamá y otras para iniciar a mi hija en ese fascinante mundo que yo descubrí a escondidas. Compré muchos “Padres e hijos” y los clásicos de la literatura infantil y empecé a leerle desde que era muy pequeña, ahora ella lee a todas horas, el gusto por la lectura ha sido acogido por toda la familia y eso me hace sentir muy contenta.
    Me gustaba leer, pasaron otros años y por azares del destino llegué a tener la comisión de organizar los libros de la Biblioteca de CRAM y esa tarea fue lo mejor que me ha pasado en este camino hacia los libros. Descubrí a Cortázar, a Márquez, a Rulfo, pero también a Palacios y Marchessi, a Teberosky a Brunner y tantos otros que ampliaron mis horizontes y mis conocimientos. Ahora siento mucho no poder tener el mismo tiempo y oportunidad para seguir leyendo por leer, simplemente por leer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Elia
      No cabe duda que la lectura nos transporta a lugares fascinantes, nos hace diferentes y mejores personas cada día.
      A escondidas o no la lectura siempre te enriquece y acompaña porque es un poco de la vida de quien escribió ese texto.
      Felicidades por haber inculcado el habito de la lectura en tu hija y no dudo que en cuantos te rodean.
      Atentamente
      Kempis

      Eliminar
    2. Maestra Elia: De entrada llama mi atención ese libro "bazar" que menciona. ¿Era un libro o un lugar donde adquirían libros los habitantes de su pueblo natal? Dice usted que su padre conseguía libros y usted los podía leer. Junto con los libros de la escuela, que su madre le procuraba, su primer contacto con ellos ha sido fundamental. Los estudiosos del tema aceptan que si en su contexto familiar y social los niños viven el consumo de libros es más fácil hacerlos lectores.

      Muchos mexicanos leían el "Libro vaquero". Independientemente de la calidad de su contenido sí había lectores. Afortunadamente en la casa de usted se practicaba la lectura.

      Tiene razón: es difícil determinar con precisión cómo y cuándo se hizo uno lector. Sólo espero que en futuros trabajos la información nos ayude a aprovechar su experiencia y saber cómo se hizo lectora. Por ejemplo, ¿cuántas horas leía antes de casarse?

      Es interesante que haya leído a Cortázar a García Márquez a Rulfo, junto con pedagogos reconocidos. Sería bueno saber cómo dio ese salto cuántico del Libro vaquero a los grandes escritores de hoy. Saludos.

      Eliminar
  3. Patricia Carina Gabarrot2 de junio de 2012, 9:00

    AUTOBIOGRAFÍA LECTORA

    ¿Cuándo aprendí a leer?, hace mucho tiempo que sucedió y no tengo un recuerdo cierto y preciso de cuándo aprendí a leer.
    Creo que fue por entre los 6 y los 7 años, el motivo por el que aprendí a leer sí lo tengo presente, eso sí que no lo olvido.
    Yo gustaba (y todavía conservo el gusto) de los cuentos de hadas, la fantasía de pensar que existen seres tan maravillosos como bondadosos, aunque siempre acompañados de un ser malvado que viene a estropear la historia, pero sin ellos no habría cuentos.
    En la escuela, me enseñaban, en primer grado, las letras, yo procuraba poner atención porque quería saber qué decían los demás cuentos pues mi maestra, sólo nos leía un cuento esporádicamente y yo quería más. El primer cuento que nos leyó fue el de “La bella durmiente”, ¡qué maravilloso fue imaginar a la princesa siendo cuidada por tres hadas y después estar durmiendo por un encanto! ¡Qué delicioso alimento a la imaginación!
    En fin, yo crecí en medio de dos personas adultas a las que no les gustaba la lectura, es más creo que la aborrecían porque sus argumentos siempre fueron: leer es perder el tiempo, haz algo más productivo, ¿para qué comprar un periódico o una revista? Eso es tirar el dinero, no vale la pena.
    De esta forma, mientras más me prohibían leer, más me gustaba, como no podía hacerlo abiertamente, empecé a buscar formas de engañar a mis cuidadoras y siempre decía que tenía mucha tarea, como no me vigilaban lo que escribía o leía no había problema, y después de terminar la tarea obligatoria, la encargada por el profesor o profesora en turno, me dedicaba a leer mis libros de la escuela, que tenían uno que otro cuento fantástico.
    Cuando se terminaban los cuentos, empezaba a leer todo tipo texto que encontraba en mis libros de la escuela, porque esos me los regalaban, no tenían costo, de las primeras hojas en adelante las leía en la escuela con los ejercicios obligatorios del trabajo en el aula, pero quedaban libres las últimas hojas, así que empecé a leer de la última hacia adelante, esto se volvió costumbre que aún conservo.
    Yo no encajo en el prototipo que actualmente se proclama como ambiente alfabetizador para apoyar el gusto por leer, más bien tuve lo contrario, yo siempre he amado la lectura y en la casa donde crecía no había un solo libro que no fueran los obsequiados en la escuela.
    Sin embargo, leer fue para mí motivo de placer que aún conservo, me ha permitido, con la imaginación, viajar para conocer otros lugares, conocer a otras personas que vivieron mucho antes que yo, saber de experimentos y descubrimientos científicos que de otra forma no tendría acceso a nada de lo anterior.
    Desde mis primeros años de escuela descubrí que la lectura es una gran puerta a otros mundos, otros tiempos, otras formas de pensar y de vivir, y que el acceso a todos ellos, no tiene límites, no hay un número determinado de horas o cantidades de hojas, así que cualquiera que lo desee puede formar parte del mundo maravilloso de la lectura.
    Por ello continúo leyendo cuentos, de todo tipo, en estos días estoy leyendo el libro “Antología de cuentos mexicanos” tomo 1, lo he tenido que suspender varias veces debido a la realización de diferentes actividades producto de la labor que realizamos en los Centros de Maestros, pero… algún día lo terminaré.
    En cuanto a la escritura, aprendí a escribir al mismo tiempo que a leer por que descubrí que lo que se escribía también se leía, actualmente no escribo por placer, sólo lo hago como producto de la labor diaria del trabajo, pero leer, eso sí que leo, por gusto, cada vez que puedo.
    Compañeros: ¿ya adivinaron quién soy? ¿sí? Pues así es, soy Patricia Carina Gabarrot, del CRAM de Orizaba.

    ResponderEliminar
  4. Estimada Patricia: Seguramente muchos de sus compañeros coincidirán con usted en algunos aspectos mencionados en su proceso lector. Haré hincapié en temas relevantes mencionados por usted.

    Los cuentos de hadas. Este género, durante mucho tiempo, fue referente obligado para iniciar a los niños en la lectura; inclusive hay estudios importantes como el de Bruno Bettelheim, autor de "Psicoanálisis de los cuentos de hadas" (Ed. Grijalbo) que es muy útil a psicólogos, maestros y padres para entender la mente infantil. Todavía se puede uno encontrar ediciones apropiadas de cuentos de hadas para iniciar a los niños en la lectura, aunque, desafortunadamente, se tenga en contra la gran influencia que se le ha otorgado a las TICS.

    El gusto por la lectura. No se nace con un gusto determinado; éste va siendo construido según el medio, la época los ejemplos del entorno. Disiento con usted sobre su ambiente alfabetizador: seguramente lo tuvo, pero quizá quedó guardado ese recuerdo de la infancia. Ver el entusiasmo de usted, hoy, por la lectura evidencia un ambiente alfabetizador.

    Igual que sus compañeros me queda la duda del título de esa antologia de cuentos mexicanos. En las bibliotecas hay decenas de antologías y encontrar esta que recomienda sería una actividad muy ardua. Acostúmbrese, cuando cite un texto, a poner los datos básicos: autor, título, editorial. Espero seguir leyendo sus participaciones. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola mtra. Elia:
      Antes que nada la felicito por referir la forma en que aprendió a leer y particularmente me llama la atención el libro que menciona, nunca habia escuchado un título asi, mi concepto de bazar en un lugar donde se venden varias cosas. Me gustaría saber más acerca de ese libro.
      Sin duda que los padres lectores juegan un papel decisivo en la formación de sus hijos ya que son los primeros maestros en el hogar y si son el ejemplo a seguir, los hijos crecen con hábitos lectores muy marcados, los cuales contribyen a su crecimiento en un abanico de conocimientos y habilidades, esto es lo que yo veo en usted. Estoy de acuerdo con usted, se aprenden más y mejores cosas leyendo por gusto o placer que leer por obligación o compromiso.
      Rosalía Jiménez García, CRAM Papantla.

      Eliminar
  5. SERGIO DÍAZ MEZA6 de junio de 2012, 18:38

    Mi nombre es Sergio Díaz Meza, y aun recuerdo cómo me enseñaron a leer mis maestros en la primaria, utilizando el método silábico donde el maestro me enseñó primero las vocales, luego las consonantes, posteriormente la combinación de vocales y consonantes hasta llegar a la formulación de palabras, hubo muchas ocasiones en que el maestro escribía en el pizarrón una oración y el marcaba las silabas, las leía y luego nosotros repetíamos lo que él decía.
    Mas tarde cuando entré a la preparatoria, me enfrenté con otro tipo de libros, lecturas complejas pero interesantes. Creo que fue en esa etapa cuando leí el libro que escribió Elena Poniatowska, “La noche de Tlatelolco”, me llamó mucho la atención porque con el movimiento estudiantil, los jóvenes de ese tiempo nos sentíamos identificados porque de alguna manera también éramos rebeldes al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz.
    Este libro contiene datos interesantes tales como: relatos de madres, padres, obreros, profesores, empleados, soldados, hombres de Estado, hermanos, primos y amigos de los fallecidos, también están algunos testimonios del ejército, de políticos, maestros, en fin, el libro nos muestra los diferentes puntos de vista y nos enseña la unión por parte de la población en ese momento, ya que dice que al mitin del 2 de octubre de 1968 asistieron niños, padres y demás familiares de los estudiantes y también asistieron estudiantes del interior de la republica, empleados, ferrocarrileros uniéndose para una causa en común, y el libro nos da los testimonios de cada uno de ellos, es un libro que para los jóvenes de esa época y población en general se identificaban.
    Después entré a estudiar a la facultad de odontología y definitivamente los libros que ahí teníamos que leer eran bastante grandes y prácticamente tenía que memorizar algunas cosas, pues los maestros-doctores que me daban clases eran muy exigentes y debía contestar bien a sus cuestionamientos.
    La lectura siempre me ha gustado, sin embargo desde que estoy en el mundo de la docencia, me he sentido con la necesidad de investigar a un mas; y bueno, alguno que otro libro que me ha llamado la atención, simplemente lo compro y lo leo, por ejemplo “El coronel no tiene quien le escriba”, “Cronica de una muerte anunciada” ambos de Gabriel García Márquez, “Hojas sueltas” este fue un bonito regalo de mi amigo Dimas Hernández Andrade, que por cierto él fue quien lo escribió. Y el que recientemente estoy leyendo es el “Zarco” de Ignacio Manuel Altamirano, les contaré algo muy breve, trata de joven ladrón que roba a la gente y se enamora de Manuelita, la joven más bella Yautepec, donde ella decide escaparse con el, aun sabiendo que era un ladrón, ella padecerá su decisión, y bueno después les cuento el final.

    ResponderEliminar
  6. Jesús Sánchez Obando12 de junio de 2012, 7:46

    AUTOBIGRAFIA LECTORA
    Mi nombre es Jesús Sánchez Obando y mi formación profesional es de Maestría en Educación con Acentuación en Consejería y Desarrollo Educativo. Mi primera experiencia con la lectura, se da como en la mayoría de los casos, en mi inicio de la formación primaria, allá por el año de 1967. Recuerdo que mi maestra de primer grado de primaria, la Profesora Catalina Mata, nos leía un cuento antes de iniciar nuestra clase diaria. Supongo que a ella le gustaba leer y era una lectora asidua; ya que leía de una manera excelente que nos hacía que nos transportáramos a los lugares que se mencionaban en los textos. Más o menos al tercer mes de inicio de nuestra formación primaria empecé a conocer la lectura de manera formal.
    Durante el desarrollo de mi educación inicial, fui sufriendo diferentes etapas en mi formación lectora; la mayor parte de ese proceso lo hacía por la obligación que tenía para mis clases diarias. Pero eso llevó a que por curiosidad, en mi casa tomará gusto por leer otros textos que no fueran educativos. Recuerdo que dos de mis hermanos leían revistas de historietas de vaqueros, que no tenían ilustraciones, sólo textos; yo me reía de ellos porque leían ese tipo de literatura y les preguntaba que si como le hacían para entender esas historias si no tenían “monitos”. Uno de ellos me explicó que no había necesidad de ilustraciones para poder entender, y empecé a leer esas revistas. Fue tanta la pasión por realizar esas lecturas, que me sentaba a leerlas después de que llegaba de la escuela y terminaba una revista en cuestión de cuatro o cinco horas y luego se las podía platicar a mis hermanos o a una tía que me preguntaba sobre lo que leía.
    Posteriormente, empecé a leer otro tipo de revistas, más combinadas con información y entretenimiento, las revistas de selecciones del reader digest, la cual en su mayoría eran textos combinadas con un poco de ilustraciones; también mi lectura era de una revista completa en pocas horas y eso, causaba admiración en mi familia.
    Y, así se fue desarrollando mi formación educativa paralela al desarrollo de la lectura. Al llegar a la formación del bachillerato, en la materia de literatura hispanoamericana, nuestro profesor, nos encargo llevar como material de apoyo el libro “El galano arte de leer”. Y así, en la formación sucesiva, primero en la licenciatura profesional de ciencias biológicas y en la licenciatura en educación primaria, no tuve situaciones difíciles por leer, ya que lo manejado en mi formación inicial fue de gran apoyo. Al igual que en el desarrollo de la maestría en educación. Actualmente, soy un lector que combina la lectura por obligación y la lectura por gusto, en los tiempos libres que me dejan mis actividades diarias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. MARIA FELIX GARCIA HERNANDEZ16 de junio de 2012, 18:56

      Mtro. Jesús es verdad que actualmente como lectores actualmente combinamos la lectura por obligación y la lectura por gusto, y sobre todo en aquellos tiempos libres que nos permiten las actividades diarias. Estoy de acuerdo con usted cuando menciona todo ese proceso que todos pasamos durante los primeros años de nuestra instrucción primaria, en mi caso, yo tuve también la suerte de contar con una buena maestra en el primer año, pues nos leía en voz alta, y también acostumbraba a leernos un cuento antes de iniciar las demás actividades. A lo largo de todo este proceso pasamos por toda una serie de tropiezos y dudas, las cuales nos fortalecen, combinado esto con el ambiente familiar, pues el sólo ver y darnos cuenta de que nuestros padres leían, y que nuestros hermanos mayores acostumbraban a leer revistas de aventuras, eso bastaba para que nos animáramos a comenzar a conocer esas lecturas, aunque no tuvieran ilustraciones o dibujitos, ya que nuestra formación futura nos iba a poner delante nuestros ojos otras lecturas, las cuales nos permitirían continuar nuestro camino como lectores.
      MARÍA FÉLIX GARCÍA HERNÁNDEZ
      CRAM 3025 PEROTE

      Eliminar
  7. MARIA FELIX GARCIA HERNANDEZ12 de junio de 2012, 18:02

    UNA AUTOBIOGRAFIA LECTORA
    María Félix García Hernánde

    Deseo en primer lugar compartirles que la lectura para mì ha constituido un refugio encantador, algo que me ha transportado a lugares lindos e imaginarios, otras veces a reflexionar sobre mi propia existencia, y algunas veces a tener algo para compartir con quienes me rodean.
    Quizá yo aprendí a leer entre los seis y siete años de edad, durante el primer año de primaria, empecé deletreando, y después uniendo esas letras, para después formar frases que sí me costaron trabajo entender. Aún recuerdo a mi maestra de primero de primaria, era muy paciente y comprensiva con todos nosotros, a cada uno de nosotros nos repasaba diariamente las lecturas, de pie junto a ella, en su escritorio, nos iba llamando por nuestro nombre y pasábamos uno por uno. Después y poco a poco fuí progresando en la lectura con la ayuda de los otros maestros en los demás grados de primaria. Debo compartirles que fué para mí un proceso difícil, en el cual requerí de la ayuda de mis maestros como de mi mamá, pues ella me ayudó mucho en mi progreso hacia la lectura.
    Recuerdo muchísimo un libro que me fascinó y me marcó, pues hasta la fecha lo conservo aún con las marcas del uso, pues lo leí y lo volví a releer varias veces, se trata de MUJERCITAS y MAS COSAS DE MUJERCITAS de louisa M. Alcott, Editorial Porrúa, S.A. de la Colección "Sepan Cuantos", esta obra constituyó para mí un tesoro, durante la secundaria, pues un maestro, el cual nos daba la clase de español nos organizó en equipos, y al equipo mío nos permitió leer este libro, para después compartir la experiencia de leerlo, con nuestros demás compañeros. Realmente me impactó, pues la sencillez y claridad con que la autora relata la vida de las cuatro hermanas, hacía que me sintiera parte ellas. Después leí otros libros como el QUIJOTE DE LA MANCHA, COLOR PURPURA, LOS DE ABAJO, de Mariano Azuela, UN LIBRO DE POEMAS DE SOR JUANA INES DE LA CRUZ, ALGUNOS CUENTOS DE HORACIO QUIROGA, Y AURA DE CARLOS FUENTES.
    Hace varios años, como unos 16, estando aquí en Perote, llegó una persona a mi casa preguntando por mí, pues traía una carta de una persona que vivía en Orizaba, y le encargó entregármela a mí, pues sabía que iba a pasar a Perote, para mì esto fué motivo de mucha alegría, y más aún el contenido de esa carta,pues eran frases de buenos deseos y saludos muy afectuosos, compartiendo conmigo todos esos recuerdos en los que habíamos estado cerca y platicábamos. Las frases de esta carta todavía me hacen sentir agradecimiento por esta gran amistad, y más aún expresadas en frases sencillas y claras.
    Actualmente estoy leyendo un libro de la Biblioteca para la Actualización del Maestro "QUÉ Y CÓMO APRENDER" de Rosa María Torres. No aún así me gustan algunas revistas como Vanidades, Prevention, Muy interesante y Selecciones del Readers Digest, pues allí puedo encontrar artículos interesantes y novedosos, de diferentes temas y también artículos de salud y actuales.
    También me facinan los cuentos de hadas, de príncipes y castillos, en los que narran las batallas por rescatar a la princesa amada, y vivir por siempre felices.
    Además también he leído Robinson Crusoe, Colmillo Blanco, El Cazador y sus Perros, así como algunos libros de Superación Personal, y algunos ensayos.
    Creo que mi relación actual con la lectura y la escritura es muy cercana, pues diariamente hago uso de ello. Por ejemplo al leer un recado, un mensaje, un correo electrónico, un oficio, etc., al igual la escritura constituye en mí algo de primer nivel, pues diariamente la uso, y no concebiría mi estar en este mundo sin estas dos herramientas tan imprescindibles como importantes.
    Hace dos meses terminé de leer LOS RELAMPAGOS DE AGOSTO de Jorge Ibarguengoitia, y me dejó una muy emocionante impresión, la cual todavía conservo.
    Ahh, también me gusta leer el periódico como EL DIARIO DE XALAPA, y algunos otros, que de vez en cuandollegan a mis manos.
    Y para finalizar les diré que la lectura siempre será para mí mi gran compañera.

    ResponderEliminar
  8. miguel angel torres patiño19 de junio de 2012, 7:43

    AUTOBIOGRAFÍA LECTORA.
    Recordar en qué momento de mi vida tuve el primer acercamiento con los textos, tendría que remitirme a la edad aproximada de los seis años de edad cuando de manera rápida pasaba a la casa de mi vecina que era una señora que alquilaba revistas para leerlas en ese lugar ,cierro los ojos y me transporto en el pasado y me observo leyendo la revista del famoso kaliman y sus aventuras por el mundo, recuerdo haber tenido en mis manos de manera orgullosa el numero 1 de la revista y poder leer la historieta en ese memorable día, por mis manos también pasaron revistas como lagrimas y risas, el payo, memín pinguin,Hermelinda linda,etc.
    Pero gracias a ese momento memorable que tuve con estos textos motivo a seguir leyendo todo aquello que me llamaba la atención, al parecer que no fue en la escuela el espacio que despertó el interés por la lectura o quizás mis maestros no tuvieron la oportunidad de buscar estrategias que lograran tal propósito, por que debo reconocer que los libros de texto de aquellos años estaban muy bien estructurados, todavía recuerdo la lección “el sol entra por mi ventana”, “ya llego abril”, “etc.
    En mis tiempos como alumno de la escuela primaria como recuerdo un texto de mi libro de “2º. Lengua nacional” el cuento “de las tres mariposas” pienso que este cuento me gusto leerlo y no sé cuantas veces lo leí en esos tiempos, la enseñanza de la lectura de este texto fue la base para empezar a cimentar los valores en mi persona, el reconocer desde ese momento el valor de la amistad como algo inquebrantable que puede perdurar a través del tiempo aun con las diferencias de color, posición social o económica.
    Al volver a la realidad en el momento que escribo estas líneas reconozco que deje de leer por el gusto y el placer que me ofrecían los textos en un principio, ahora solo realizo lecturas de textos por obligación o compromiso para preparar una clase o por organizar un taller breve o al tener que realizar una exposición, reconozco que he perdido ese toque mágico por la lectura pero también reconozco que para volver a ese bello mundo de la lectura y los sueños solo basta en que cambie de actitud y me dé la oportunidad de entrar de nuevo ese lugar maravilloso.
    La relación entre la lectura y la escritura son dos acciones que nunca pueden separarse por que la persona que lee tiene en sus pensamientos una riqueza de elementos para poder escribir y caso contrario quien no lee contara con un pobre o raquítico repertorio para escribir, sino leo mucho tendré menos elementos para escribir, tengo que iniciar con la lectura para que por añadidura aparezca la escritura.

    ResponderEliminar
  9. Angélica Mendoza.3 de julio de 2012, 9:02

    MI BIOGRAFÍA LECTORA: PARTE 1

    Realmente hacer esta actividad me está costando demasiado trabajo, ya que mi memoria a largo plazo ha sido afectada por el transcurrir de los años y me es difícil recordar.
    …Cuando todavía no ingresaba a primaria, mi hermana necesitaba ponerse al corriente en la escuela, por lo que mi mamá la llevaba con “Carmelita” (una maestra veterana que atendía a varios alumnos por las tardes) y yo me les pegaba. Por la situación económica, mi mamá había decidido no enviarme al kínder y “Carmelita” no tuvo ninguna objeción en que me quedara de oyente algunas tardes.
    Este encuentro con la escritura propició que iniciara de manera formal la lectura, con los famosísimos textos tradicionales de: “Ese oso se asea” “así es su oso”.
    Cuando entré a la primaria, se inició la reforma y me tocó el método global (quedaron atrás los libros de la patria). Llevaba varios libros, entre ellos uno grande para recortar de color azul que tenía un barquito en la portada, pero mi maestra utilizaba el método silábico y tenía láminas con las sílabas y un dibujo que ilustraba cada una. No tuve problemas en primero y aprendí a leer sin dificultad.
    En aquella época, visitábamos todos los domingos a los abuelos, que acostumbraban comprar la revista de “Lágrimas y Risas”. Tengo recuerdos en mi mente de que me sentaba en una silla para leerla, la única novela de la que tengo presente su nombre (les digo que mi memoria es muy mala) es la de “Rarotonga”, aunque creo que también leí “El pecado de Oyuki” y “María Isabel”. Ojeaba y leía toda la revista. Por esa época también -creo que yo- compraba “Kalimán. El hombre increíble” además de que escuchaba en la radio la serie. Me entusiasmaba el esperar cada domingo que saliera la revista.
    Lo que sí recuerdo es que en mi niñez, leí y releía algunos textos del libro de lecturas de primaria (probablemente me lo dejaban de tarea) hasta aprenderme de memoria algunos versos, como “más la pobre mona no tiene corona, un loro bandido le vende un vestido..”.

    ResponderEliminar
  10. Angélica Mendoza.3 de julio de 2012, 9:04

    MI BIOGRAFÍA LECTORA. PARTE 2
    En mi casa no había libros, encontré uno en casa de mi tía que era la “Historia de Marcelino pan y vino”, el cual leí y me conmovió. También encontré unos libros que eran en los que estudiaron mis tíos la primaria, uno era acerca de Ciencias Naturales y revistas viejas de Selecciones, de las cuales me leía los artículos pero lo que más me encantaba buscar eran los chistes.
    De vez en cuando leía el periódico (no me recuerdo entusiasmada día a día por consultarlo), sobre todo los domingos que traía secciones para niños. Cuando cursé la secundaria, mis compañeras de grupo estaban entusiasmadísimas por las novelas de Jazmín y otras, de las que no recuerdo el nombre. Me prestaron una y la leí completa. ¿Cuál fue? No recuerdo ni el título, la verdad no me entusiasmaron y aunque me prestaron varias, no las leía completas, se me hacían historias parecidas y una pérdida de tiempo ante tanta tarea que tuve en la secundaria (llevé secundaria técnica comercial) de taquigrafía, mecanografía e incluso de caligrafía.
    El maestro de Español me chocaba y los textos que venían en mi libro los leí por obligación, recuerdo algo de “Marianela”. Desde ahí, siento que me alejé de los poemas y de las novelas. Los poemas (que leí en ese entonces) se me hacían cursis, exagerados, ¡qué manera de entregarse al dolor y no salir adelante!
    Durante la secundaria y en la Normal acostumbra recibir y escribir cartas de mis amigas, no era común el celular como en estos tiempos.
    De ahí me fui a estudiar la Normal Básica en la escuela “Enrique C. Rebsamen”, en ese entonces compraba algunas revistas de jóvenes, también me encargaron leer algunos textos de los que recuerdo son “Macario”, “El llano en llamas” “El diosero”. Todos ellos fueron cortos. Leí también por placer un poco de Gibram Jalil Gibram.
    Cuando comencé a laborar con primer grado de primaria, compraba muchos cuentos, me encantaba incrementar mi biblioteca personal y la de mi salón. Tengo una colección de cuentos de varias partes del mundo y de diferentes épocas. Compré con muchísima anticipación el primer libro para mi hijo, lleno de imágenes y color, no tenía letras. Después los libros del rincón empezaron a ser mis preferidos, les compré a mis alumnos el de “Matías y el pastel de fresa”, totalmente ilustrado y sin escritura en su interior. Era mi preferido para que leyeran -entre otros- que había comprado.
    Al poco tiempo los libros de acertijos matemáticos comenzaron a ser mis preferidos. Al casarme y tener a mis hijos, la temática de mi preferencia cambió, sobre todo con el reto de educar a mi segundo hijo, así que compré varios sobre este tema.
    Mientras fui docente tenía la debilidad de comprar material didáctico, también me encantaba comprar libros y enciclopedias sobre matemáticas, psicología y de educación a padres. Confieso que la mayoría no los he leído completamente, sólo la parte que me interesa.
    Actualmente mis hijos se encuentran en la adolescencia, trato de vez en cuando de leer con ellos, principalmente con el más chico, con el cual me encontraba leyendo los “Cuatro acuerdos” de Miguel Ruiz. Me he programado para que en estas vacaciones leamos los tres (mis hijos y yo) el libro “Tus zonas erróneas” de Wayne W. Dyer, editorial Grijalbo.

    ResponderEliminar
  11. SESIÓN 3. Los maestros y la lectura: una experiencia personal
    ACTIVIDAD 1. UNA AUTOBIOGRAFÍA LECTORA
    Al empezar a redactar estas líneas estoy consciente que no he terminado de aprender a leer ni escribir, creo que nadie puede decir que lo ha logrado totalmente ya que leer y escribir son procesos complejos inacabados que dan sentido y significado a todo lo que nos rodea y hacen que como lectores estemos en constante perfeccionamiento de la habilidad lectora en cada etapa de nuestra vida, en este sentido, entiendo que no hay conocimiento acabado.
    Hasta donde la capacidad de razonar me asiste. Recuerdo que el proceso de mi alfabetización estuvo basado en la enseñanza de modelo tradicional, ya que mis primeros trazos fueron con letra cursiva, (aun no dominaba ésta) cuando se implantó el uso de la letra script, situación que me causó serios desordenes que a la fecha me acompañan.
    Lo que siguió a mis primeros trazos fue la realización de planas de vocales, consonantes y números, más tarde, copia de lecciones y deletreo de textos en voz (aunque no entendiera su significado). No recuerdo con exactitud cuándo empecé a leer convencionalmente pero si sé que a partir de ahí, leía todo lo que mis ojos encontraban, quería saber qué decían las letras que estaban en las bardas, calles, casas, tiendas, etc. aclaro que solo me gustaba leer letras grandes con dibujos, y poco a poco fui entendiendo que los periódicos y revistas también tienen letras, pero no me gustaba leerlos porque eran muchas letras y muy pequeñas para mi gusto.

    ResponderEliminar
  12. Una vez que aprendí a leer los libros de texto gratuitos, me llamaron la atención las revistas como Kalimán y Lágrimas, risas y amor, de las primeras me gustaba el hecho de que los personajes siempre vencían inteligentemente a sus enemigos; pero las páginas terminaban con el inicio de otro nuevo episodio, lo que me despertaba la inquietud de querer leer el siguiente número. En el caso de lágrimas, risas y amor, me identificaba con el personaje central en caso de que fuera mujer, entonces daba rienda suelta a mi imaginación tomando su lugar en la historia. De Kalimán aprendí los conceptos “serenidad y paciencia”, esto me llevó a comprender que no hay que desesperarse ante una situación difícil, siempre habrá una solución, menos la muerte. Esto no es fácil porque muchas veces las emociones se anteponen.
    Los estudios de secundaria abierta me abrieron otra puerta para seguir mis actividades lectoras, con ellos me inicié en el autodidactismo, terminar era mi meta para poder obtener el certificado correspondiente. La desventaja que tuve con este tipo de estudio es el hecho de no haber tenido con quien consultar mis dudas ni compartir lo aprendido. Después de un tiempo terminé, no sin antes redoblar esfuerzos, para superar las implicaciones de reprobar la asignatura de matemáticas en tercero.
    Encontrándome ya en el ámbito laboral, Mejoramiento Profesional me dio la oportunidad de continuar con mis actividades de lectura y escritura; con la elaboración del Informe Recepcional me enfrenté al verdadero reto de escribir muchas cuartillas a mano para culminar con la ayuda de una máquina de escribir mecánica.

    ResponderEliminar
  13. El paso por la UPN, también me dejó la experiencia de lectura y escritura en cada materia. Lo desagradable de esta experiencia fue que tuve que leer por las noches, textos fotocopiados de letras pequeñas a veces ilegibles, situación que me lesionó la vista y desde entonces uso lentes.
    A partir de mi función como ATP de zona incrementé mi lectura de materiales referentes a cursos y talleres o seguimiento de programas. Lectura por obligación y compromiso; tengo lecturas empezadas hace algún tiempo como Regina novela de Antonio Velasco Piña.
    Cursar La Maestría en Educación Básica fue otra experiencia de 2 años de lectura y escritura, no puedo negar que me aportó conocimientos, habilidades y actitudes que favorecen mi crecimiento personal y profesional con un enfoque más actualizado y con la ventaja de que para entonces ya contaba con conocimientos básicos de computación. En adelante no he dejado la actividad lectora, los cursos y diplomados de Formación continua lo exigen.
    A veces aprovecho los tiempos muertos para leer desde revistas científicas como Muy interesante, hasta periódicos locales y nacionales como la jornada y revistas locales como Nimbe.
    Actualmente estoy leyendo el libro: Como una novela de Daniel Pennac de la BAM, de dicho libro me atrajeron los derechos imprescindibles del lector, el primero de ellos: Tengo derecho a no leer, pero si no leo, no aprendo, no me informo, no me actualizo, etc., conclusión: tengo que leer y escribir permanentemente. Mi relación con la lectura y la escritura descansa en un compromiso laboral, es decir, ahora leo y escribo lo que mi trabajo me demanda; los pocos tiempos muertos solo me permiten pasar un vistazo por algún periódico y no hay tiempo para más.
    Rosalía Jiménez García, CRAM Papantla.

    ResponderEliminar
  14. Les comparto la Autobiografía de la Maestra Rosalía en función a que tuvo problemas para subirla. Saludos...Rosy

    ResponderEliminar
  15. Néstor Manuel de la Cruz Sánchez20 de julio de 2012, 13:45

    MI AUTOBIOGRAFÍA LECTORA
    Me inicio en el mundo de la lectura entre los 6 y 7 años, cuando mis maestras de 1° y 2° me comienzan a leer unos cuentos en los que además caracterizábamos a los personajes razón por la que me tenía que aprender lo que me tocaría decir en mi participación, desde luego gracias a los coscorrones que mi madre me daba cuando me equivocaba y como los textos que me daban en mi escuela eran sin dibujos o imágenes, dejó de interesarme por un tiempo la lectura, pero cierto día al pasar por un puesto de revistas, me llamo mucho la atención la revista de un niño negrito, la tomé y la hojeé, mi sorpresa fue que además de dibujos traía muchas letras y me puse a leer Las Aventuras de Memín Pinguín, comienzo a comprarla y me intereso tanto que junto con otros compañeritos por las tardes nos divertíamos primero leyendo las aventuras de Memín Pinguín y después jugando a interpretar sus personajes, lo que me sirvió porque al llegar a 3er. grado mi maestro, quien tenía por costumbre darle de varazos a los niños que no leyeran bien, permitió que yo me salvara y siempre me ponía de ejemplo. En una clase de español el maestro nos enseña las partes de una carta y lo importante que era saberla redactar para que quien la recibiera comprendiera nuestro mensaje. Yo le escribí una carta a mi madre diciéndole cuanto la quería y lo agradecido que estaba con ella por todo lo que me daba. De esta carta tuve su respuesta cuando yo estudiaba el 2do grado de secundaria en otro municipio, puesto que en mi escuela hubo una huelga que nos llevo a varios alumnos buscar otra escuela para no perder ese año. Y lo que me impacto fue que mi Madre (que en paz descanse) en ese entonces se acordó de la carta que yo le escribí cuando estaba pequeño y que como me tenía fuera de casa le había nacido escribirme para darme muchos consejos para que me fuera bien tanto en la escuela como en el lugar en el que yo vivía, pero sobre todo porque me hizo ver cuánto me quería, lo mucho que yo significaba para ella y lo que esperaba de mi en un futuro como su único hijo. Mi maestra de español de esa nueva escuela, al ver mi interés en su clase y ver que me encantaba leer, me empezó a preparar para participar en un concurso de oratoria, lamentablemente me ganaron y eso me molesto muchísimo y siento que de ahí le perdí el amor a la lectura y como me gustaba también cantar empecé a aprenderme algunas canciones y a participar en eventos culturales, donde me di cuenta que podría figurar porque obtuve primeros lugares en los concursos de canto que organizaba mi escuela. Actualmente leo muy poco me interesa conocer la palabra de DIOS, razón por la que leo la Biblia y como Coordinador del CRAM mi lectura y escritura es ya más frecuente por los cursos que tomamos y desde luego por este diplomado, que por cierto me está agradando porque una vez más me empieza a interesar la lectura.

    ResponderEliminar
  16. Sergio M. Hdez. Arrazola Cram Xalapa17 de agosto de 2012, 12:08

    Módulo 1
    Actividad 6: Una autobiografía lectora
    Creo que leo desde siempre, aunque no me fue muy bien en primero de primaria que lo curse en la escuela Carlos A. Carrillo, pero eso si yo feliz llegue a mi casa gritando y enseñando mi boleta feliz gritaba, “mama Salí reprobado saque puro cinco” era yo muy feliz pues era mi primera boleta, recuerdo como mi mama me abrazo y me besaba pues como toda una madre podría ver la felicidad de su hijo al traer la primera boleta a su casa, después de esos cinco la vida cambio, vino mi papa y me pusieron a estudiar mas mucho mas y después las calificaciones cambiaron, recuerdo que desde tercer grado con el maestro Panchito me gustaba mucho cuando el nos leía cuentos por que lo hacia de tal forma que yo estaba en aquellos lugares que el mencionaba. Yo también leía mucho ya que mi madre hasta la fecha todo el tiempo lee, me cuenta que mi abuelo el español no le regalaba muñecas que sus regalos y reyes eran libros, bueno a la fecha sigo leyendo todo el tiempo y como dijo, “hasta en el baño”, ahora como director de escuela y asesor todo el tiempo estoy leyendo y aunque mi vista ya esta cansada con ayuda de lentes continuo corriendo con mi boleta en alto, recordando…..

    ResponderEliminar